martes, 15 de septiembre de 2009

Por última vez

Quisiera por última vez que nuestras bocas se juntarán
Y nuestros labios, nuestras lenguas se entrelazaran
Y que nunca jamás, por nada se desatarán.

Quisiera por última vez estrecharte entre mis brazos a mi pecho
Y que ya no te separes de mí por ningún hecho,
Y vivir por siempre juntos en el mismo lecho.

Quisiera por última vez que mis dedos caminaran por tu suave piel
Pues las yemas de mis dedos te serán hasta la muerte fiel
Pues separarme de ti, en esta vida es lo más cruel.

Quisiera por última vez a tus bellos ojos mirarte
Y las pupilas de mis ojos a los tuyos penetrarte
Y así princesa por siempre hasta la eternidad amarte.

Quisiera por última vez percibir tu respiración, tu fervor,
De tu ansioso cuerpo por las noches completas su hervor,
Y así juntos, siendo uno solo, vencer todo temor.

Quisiera por última vez siquiera respirarte
Tu cuerpo, tus cabellos y amor eterno jurarte,
Y verte dormida y a ti tierna mujer alabarte.

Quisiera por última vez escuchar con tu voz un te amo
Y que regreses, que regreses, a fuerte grito lo clamó
Y así matar esta ansiedad que hasta hoy no calmo.

martes, 8 de septiembre de 2009

Vuelve que ya no puedo (Mariano Melgar)


Vuelve que ya no puedo
(Yaravíes)


Vuelve, que ya no puedo
Vivir sin tus cariños,
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido.

Mira que hay cazadores
Que con afán maligno
Te pondrán en sus redes
Mortales atractivos;
Y cuando te hayan presa
Te darán cruel martirio:
No sea que te cacen,
Huye tanto peligro.
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido.

Ninguno ha de quererte
Como yo te he querido,
Te engañas si pretendes
Hallar amor más fino.
Habrá otros nidos de oro,
Pero no como el mío:
Por ti vertió mi pecho
Sus primeros gemidos.
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido.

Bien sabes que yo, siempre
En tu amor embebido,
Jamás toqué tus plumas,
Ni ajé tu albor divino;
Si otro puede tocarlas
Y disipar su brillo,
Salva tu mejor prenda,
Ven al seguro asilo.
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido.


¿Por qué dime, te alejas?
¿Por qué con odio impío
Dejas un dueño amante
por buscar precipicios?
¿Así abandonar quieres
Tu asiento tan antiguo?
¿Con que así ha de quedarse
Mi corazón herido?
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido.


No pienses que haya entrado
Aquí otro pajarillo:
No, palomita mía,
Nadie toca este sitio.
Tuyo es mi pecho entero,
Tuyo es este albedrío;
Y por ti sola clamo.
Con amantes suspiros.
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido.

Yo sólo reconozco
Tu bello colorido,
Y sólo sabré darle
Su precio merecido,
Yo sólo así merezco
Gozar de tu cariño;
Y tú sólo en mí puedes
Gozar días tranquilos.
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido.

No seas pues, tirana:
Haz ya paces conmigo:
Ya de llorar cansado
Me tiene tu capricho.
No vueles más, no sigas
Tus desviados giros;
Tus alitas doradas
Vuelve a mí que ya expiro
Vuelve, que ya no puedo
Vivir sin tus cariños,
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido.


Autor: Mariano Melgar Valdivieso (poeta peruano; Arequipa, 1790 – Puno 1815)Poeta y revolucionario independentista peruano.
Related Posts with Thumbnails