Sabanas blancas, suaves y perfumadas
Son testigos de esos encendidos suspiros,
Piel a piel hasta las almas excitadas,
Incitaciones despiertas y los ojos cautivos;
Sabanas blancas, suaves y deseadas
Perpetúas confidentes de sus plácidos instintos,
Fragancia de su cuerpo a rosas aromatizadas
Absorben desde su más recóndito punto el sabor a vino tinto;
Sabanas blancas, suaves y pasmadas
De la combinación perfecta de latidos y sentidos,
Dos almas lo suficientemente complementadas,
Que nadie arrancará lo que bajo la luna han vivido:
Sabanas blancas, suaves e inspiradas…